En PUJOL,
existimos para dar continuidad a nuestras culturas y generar un impacto positivo en el entorno.
Entendemos a Pujol no sólo como un restaurante, sino como un proyecto que busca tener un impacto positivo en el entorno; desde el equipo de trabajo, hasta nuestros clientes y proveedores, buscando contribuir con nuestra comunidad en particular y con el país en general. Queremos a su vez dar continuidad y difusión a la riqueza cultural de México, tomando como punto de partida la gastronomía.
Al ser conscientes de nuestra responsabilidad social, hemos decidido brindar una experiencia de calidad que asegure en todas nuestras operaciones, la protección del ambiente y sus recursos y la reducción de los impactos ambientales negativos, así como el cumplimiento de la normativa nacional aplicable para garantizar la transición hacia la sostenibilidad. Esta política es de aplicación general en todas las operaciones del restaurante.
Por lo anterior,
en PUJOL nos comprometemos a:
Cumplir con la normatividad
ambiental local.
Prevenir y reducir la contaminación por la operación de nuestras actividades, atendiendo principalmente el ahorro de agua, la eficiencia energética, el manejo de los residuos sólidos y la reducción de emisiones.
Involucrar mediante capacitación y adiestramiento, a nuestros colaboradores y proveedores en el cumplimiento de las acciones que se establezcan para el cuidado del ambiente y la equidad social.
Priorizar el uso de insumos y materias primas locales, provenientes de proveedores con mayor o igual compromiso ambiental al nuestro, con el fin de reducir la huella ambiental en la cadena de suministro.
Garantizar la preservación de la cultura gastronómica de nuestro país a través de la integración de productos mexicanos en los platillos del restaurante.
Mantener canales de comunicación efectivos con nuestros colaboradores, proveedores, clientes y
todos nuestros grupos de interés a fin de garantizar la participación constructiva y la integración con nuestra comunidad.
Vigilar periódicamente el cumplimiento de las acciones ambientales establecidas en nuestras operaciones, para garantizar la mejora continua.
Food Made Good Standard
At Pujol, sustainability has never been a slogan. When we opened 25 years ago, with a small budget and an impulse to work differently, we didn’t yet have the language. However, the sentiment was there: we knew we wanted to cook with respect for the people and places behind the ingredients, and for the planet we share. . Since then, that impulse has deepened into a system.
Our menus follow the seasons: we tune into the natural cycles within the year in different places. Our building is designed with intention: materials you can touch — wood, earth, stone. (You can watch a tour of Pujol here guided by chef Enrique Olvera, and architects Javier Sánchez and Aisha Ballesteros.
Our teammembers listen and are listened to: we strive to set an industry standard as an employer. Our relationships with farmers, researchers, and artists are built on trust and reciprocity and fair pay. We’re grateful to receive the highest distinction (three stars) in the Food Made Good Standard by the Sustainable Restaurant Association. But awards don’t define us. What matters most is that everyday cooking nourishes not only the body, but the systems that we are a part of.
This is not a finish line. It’s a moment to pause adn reflect aswe continue to work — imperfectly but persistently — towards equity in every way