Se diseñó un nuevo pabellón de acceso que funcionará como un recibidor y espacio de transición desde la calle. El patio se replanteará como un salón comedor exterior, donde comenzará y terminará la experiencia gastronómica. Con mesas y una barra pétrea que evocan el tezontle y terracota mexicanos. Al interior, se mantendrá la identidad original, con sutiles modificaciones como la prolongación del mueble de servicio y un nuevo librero detrás de la barra omakase.